“Todas las personas que intentan hacer algo tienen ante si a tres grupos de individuos: los que intentan hacer lo mismo; los que intentan hacer justo lo contrario; pero, sobre todo, y mucho más numerosos, los que hablan y hablan y no hacen absolutamente nada”
Este film es una composición de 18 historias, 18 cortometrajes de unos 5 minutos de duración cada uno, cuyo débil nexo de unión son los dos elementos mencionados anteriormente: amor y París.
Increible!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
"HOMBRE QUE MIRA EL TECHO"
Siempre hay una jornada fuera de serie
en que uno logra sentirse sereno
pero está lejos de ser una canonjía
ya que la serenidad no es el mejor
de los estados posibles e imposibles
hoy por ejemplo tomo distancia
con respecto a las cosas y a mí mismo
y no por eso echo al olvido
qué joda era qué bueno era
estar adentro del entrevero
después de todo la famosa
serenidad es una isla
autorizada como nó
y legal
aunque rodeada inexorablemente
por emociones clandestinas
todavía me siento un poco incómodo
en mis primicias de sereno
como quien entra en un traje nuevo
que tiene bajas las hombreras
pero el cuerpo y el alma son
animalitos de costumbres
mañana la incomodidad
será menor y en pocos días
me habré habituado a estar sereno
eso me llena a veces de alegría
es claro que se trata de una alegría serena
y en consecuencia uno no sale a dar abrazos
ni pega gritos ni le canta al cielo
a lo sumo archiva caricias y otros prólogos
por estricto orden cronológico
también llega a invadirme el desconsuelo
pero se trata de un sereno desconsuelo
y por lo tanto nadie solloza
ni dice mierda
ni putea
sencillamente
como un modesto mago
de rojo circo de domingo
o de feria
tomo los naipes del amor
los barajo con parsimonia
y en las narices del viejo público
que es como hacerlo en mis narices
mágicamente los transformo
en nuevos naipes de amistad
lo único extraño viene a la noche
pues se presume que un sereno
ha de dormir serenamente
pero yo paso horas y horas
mirando el techo
o sea que
no sé hasta cuando estaré sereno
porque la calma ya no da abasto
hay que confiar y yo confío
no hay mal que dure
cien años.
La Noche / 1
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
La Noche / 2
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.
La Noche / 3
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
La Noche / 4
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.La luna tiene dos noches de edad.Yo, una.
La pálida
Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento
extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En
esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi
lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras
no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio
sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy,
lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera
conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno. entonces
pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.